ANÁLISIS
Luego de un proceso de confección
realizado recientemente, con un taller satélite, afirmo contundentemente que los procesos
productivos en el sector confección, deben ser tomados con mayor atención.
Generalmente es el operario (el taller) quien recibe una mala gestión administrativa.
Porque esta afirmación: al taller se le entregan, piezas cortadas, tiqueteadas o no, con
cantidades estipuladas en una orden pero sin verdadero control de cantidades y
piezas completas, se le dan unos tiempos de entrega sin revisar cantidad de
operaciones, maquinaria en planta y
operarias, se entrega una ficha técnica que no corresponde con el modelo en
costuras y detalles de confección, se entrega una muestra física que es pero no,
porque cambia piezas, acabados y costuras, coloco estos puntos como los mas relevantes, porque
hay muchos mas.
Como empresas que damos trabajo de
confección a taller satélite es
importante asumir responsabilidades frente a nuestros colaboradores externos.
Los procesos cambian y debemos mantener una lista de chequeo que permita
controlar lo que llevamos y como lo llevamos, debemos entregar un corte que este controlado en piezas y
cantidades, con muestras y fichas ajustadas de acuerdo al producto final
deseado, debemos generar normas de calidad puntuales dadas mediante
capacitación en la ejecución. Las operaciones para una prenda tienen diversas
maneras de elaborarse, todas validas porque todas llevan a una prenda terminada
con criterios propios en su elaboración.
No podemos sancionar un taller
luego de un proceso que según criterio personal o generado por la empresa esta mal ejecutado además de ser entregado en
tiempos cortos para su elaboración. Es importante generar conciencia que en este tipo de procesos
industriales somos todos los integrantes responsables del producto final.
Mi aporte es como hacer para que
nuestros talleres satélites reciban la información necesaria para realizar el producto, además
del tiempo y la capacitación adecuado para ejecutarlo.
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